1 –
a la mar
iza velas
con cuerdas vocales
gastadas
por hálitos
transparentes
audibles
2 –
un acto
semiconsciente
tan visceralmente suyo
transgredió
inadvertidamente
el rito
de los navideños comensales
en ese instante
táctil
inesperado
oblicuo
en ese instante
de estreno azul mandalaico
descubrieron
sus costados perecederos
los descubrieron cotidianos
fugaces
desaprovechados
avellanas
los descubrieron
atados
acostumbrados
de ahí que
tímidos
se espectan
tímidos
alteran
sus roles
entre
sutiles
códigos encomiásticos
los que insuflan
el gozo
manteniendo
inmutable
el entorno
hoy
ayer
mañana
espectando
descodifica
sus rasgos
en un intento
tal vez
equívoco
por ajusticiar
la ajena indiferencia
encomia
lo avellana
lo recogido
lo curvo
lo chato
lo limitado
lo blando
lo líquido
a qué horas encomia
a las horas
que
lejos
la figura encomiada
secuencial
se emite
en su responsivo cuerpo
3 –
asemanados
llegan
al tiempo del saludo
entre pausadas implosiones
comienza la búsqueda
en la que surcan
los obstáculos
propios
de las obsolescencias codificadas
destiempo
vínculo
cuerpo
el encuentro
llega
en los tiempos de siempre
in locis communibus
se verbalizan
en el tacto
de sus cálidas miradas avellanas
en la singular sinergia
de su paridad
en la voracidad
de los oídos
a los que llegan
las voces desgastadas
siempre
a la misma distancia temporal
cada impostura
se ahoga
en el derrame
de su rebosante ansiedad
en escasos minutos
algo de uno queda en el otro
transparencias
cómplices y descifrables
en escasas horas
su canto
y
sus macizas pisadas
tumban el muro
que separa
sus insomnios
4 –
en un semipatio
apenas iluminado
corren sus voces
mientras
se hace naranja
el gesto clíveo
incoloras
sus inercias
prenden
bajo el plástico inherte
bajo el plástico inherte
hacen valer sus licencias
a pesar
de las poliméricas fibras
el tacto sutil de sus pies
se produce intermitente
como la noche
como el invierno
como el naranja
en las puntas
de sus ocultas extremidades
deviene
ahora
el impulso
semiconsciente
vibrante
5 –
en la víspera
de sinérgicas semanas
los días
comienzan por las madrugadas
al alba
con el cuerpo pulsado
da saltos unilaterales
entre correntadas
aéreas
líquidas
6 –
en un puñado
de mañanas
solitarios
saborean
una cotidianidad salada
la que les deja ver
su semidesnudez
repetida
mojada
7 –
el chirriar
maderoferroso
anuncia
el escape vacacional
otro muro
es surcado
por el lateral
insomne
entre sábanas arenosas
escucha
muy cerca
sus siempre
macizas pisadas
enredado
transmuta
la brisa marina
en el aliento de ella
aliento
que entra
entra frío
en su boca
en su garganta
enredado
transmuta
su mano
en la boca
en la lengua
en los dientes
de ella
toda ella
lo recorre
invisible
salvaje
en otra madrugada
otra madrugada
en la que vuelve
a descubrir
el estímulo
desalineando
los lazos
una vez más
tuerce
la naturaleza
en el código
analogando periferias
8 –
equivocado
o
no
solo uno
la eleva
a un plano
en el que
su noche huele a flor
su mirada proyecta otoño
su boca acaricia misterios
su silencio
interrumpido
por sus escuetos
constantes
asentimientos
habilita y tracciona
la codificación generativa
de un ilimitado metaverso
9 –
en los colores
entera
la descubre
mientras
entre las violetas de los alpes
despierta
10 –
males
todos
convergen
en las manos
atadas
al volante
males
todos
divergen
los sentidos que la orientan
quien elogia
propone
solo
un desvío
hacia un territorio
silenciado
comprimido
por quien recibe el elogio
11 –
el desvío
la conduce
a una fantasía ajena
en su tránsito
se hace cómplice
tránsito
que es su silencio
que son
sus escuetos
constantes
asentimientos
a la distancia
12 –
saturada
acaricia
el código
el desvío
el metaverso
en el vidrio
allí
semipasiva
pulsada
se observa
en la versión de otro
13 –
a veces
hay calma
en los contornos perfectos
de los ojos
reflejados
en el espejo retrovisor
calma
que deviene
del reposo
del ocio
reconducido
pulsaciones
placenteras
surgen
del cruce
de contemplaciones
en un viaje
hacia un oeste
que se apaga
entre vivaces
rosas y violetas
14 –
en sueños
programados
encuentra
el vibrante estímulo
esperando que
al menos
una réplica
interfiera
en los lapsos
rotos
de su casi
interrumpido
insomnio
15 –
entre festejos
continúa
admirándola
mientras
ella
inconsciente
lo orbita
de lado
o
de frente
siempre
ella
lo ubica
en primera fila
hoy
ambos
se encuentran
apenas
separados
por el aire
de un invierno
que se disipa
16 –
a diario
la injusticia
precipita
en punzantes
compuestos
fonéticos
17 –
una imagen
recortada
moviliza
la migración
de un relato
situado
en una tarde
de agosto
ella
su cuerpo
viste
negro
azul
escarlata
escarlata
hay
en sus aerodinámicas manos
en presente
y futuro
el escarlata
se hunde
en la piel
del testigo
que engulle
su ansiedad
18 –
silenciosa
rompe
el monólogo
escritural
con un asentimiento
inmersa
en los mensajes
percibe
en vivo
como
el cuerpo
de quien escribe
implota
por ella
entre
etéreas sábanas
19 -?
atestiguó
la injusticia
sufrida
por ella
en el humillante
rechazo
del beso
desperdiciado
en el tercero
así
la intención
el beso
cae
en el desuso
típico
de la costumbre
20 -?
espera
en el futuro
habitáculo
relatado
de un septiembre
la improvisación
del encomio
que germina
las primeras
las últimas
páginas
ahuesadas
están
sobre
la transparente
mesa
circular
rompiendo
el sueño convencional
él
desciende
lento
a distancia
oblicua
ambos
se avizoran
avellanas
a distancia
horizontal
se colman
las ahuesadas páginas
de una dedicatoria
sentida
necesaria
él improvisa
ella espera
los terceros ignoran
el compartir
vivo
directo
del quehacer escrito
revela la sinergia
material
de dos
admiradores que
al menos
por una noche
rompen
destiempos
rompen
costumbres
21 –
insomne
a paso
disonante
desciende
el rosa
en
tediosa
madrugada
22 –
la ve
llevarse
el plato
esperando
sabiendo
la inminencia
de otro acto
salvaje
semiautomático
casi
midiendo
sus pasos
a sus espaldas
especta
lo esperado
su lengua
limpia
con gustosa ansiedad
la crema
adherida
al frío cuerpo
cerámico
redondo
extasiado
desde su primer paso
desde su primera intuición
él
solo la ve
desde un ángulo obtuso
sentado
en la misma mesa dominical
23 –
contrastó
el pasado
vestido de blanco
el presente
está
al lado
al frente
de la mesa
omnubilado
vió
la esencia
inmutable
en el cambio
cambio
que es
la maduración
de la belleza interminable
belleza
que brilla
de felicidad
hoy
entre sepias opacos
24 –
intermitente
la mirada
declina
oblicua
en el ocaso dominical
desde lo alto
declina
segura
hacia el montículo azul
declina
hacia el polvo
hacia la semilla
que le pertenece
en el metaverso
que hizo
solo
para ella
25 –
mellando
destiempo
la distancia
pierde
un paso
cierto día
otoñal
el insomnio
triunfa
en otra noche angosta
el silencio unilateral
traza
con tiza
el confín
del metaverso
del elogio impensado
irrestricto
en el código
26 –
va
viendo
el rosa vértigo
el rosa espuma
inventando colores
va
empujado
por remisiones
vuelve a la mesa
a la madrugada
al descenso
télico
perdido
en un sábado
de ruidos
nocturnos
27 –
apareció
en madrugada
cubriendo
su absoluta intimidad
en gris lana
intimidad
secreta
que descubre
intangible
en el correr
irremediable
de un lunes
que lo libera
a las pasiones
que cargan
de sentido
su cuerpo
su cotidianidad
en la dicción
de este acontecer
invita
a su contraparte
al desvío habitual
28 –
calmos
entre pasos abstractos
se siguen
en el silencioso
claro oscuro
urbano
se siguen
contemplándose
desde todas
las perspectivas
permitidas
por el llano cementicio
entre obstáculos grumosos
se guían
se remolcan
repletos de intuiciones
en pasos mensurables
que acaban
pronto
llenando en tiempo vivo
un pequeño
recuadro
pixelado
entre las injustas
soledades
propias
de la cotidianidad
29 –
anónimo
encuentra
en su vicio abstracto
la salida
a la saturación
salida
que es
la sentida
contemplación
del eco imaginario
de la figura
bella
en lo cambiante
en la mostración
de su masturbatorio encomio
la oxitocina irrigada
lo desatura
una mañana
30 –
lo bello
vuelve
a magnificarse
la causa
el detalle
rojo
manto romboidal
cubriendo
al cuerpo habitual
cuerpo
que
otra vez
imagina
desnudo
ansioso
en una madrugada
fría
estrellada
la causa
el cambio
de lo recogido
lo que
re-acentúa
las curvas
y contracurvas
del conjunto
de rasgos faciales
que siempre
resistirán el tiempo
31 -?
irreproducibles
las mañanas
de un verano salado
de espalda
al mar
en cuatro días
solo inventa
repite
el mismo
ensueño silénico
el que
proyecta
experimenta
entre
unos frondosos médanos
32 -?
llegando
a
lustro y medio
promedia
en dos
su diaria
aparición secuencial
en escenarios
diversos
potenciales
reaparece
imprimiéndose
en rojo romboidal
en gris lanígero
en rosa insómnico
en azul mandálico
en carmesí aerodinámico
en turquesa epidérmico
en sepia plástico
en naranja clíveo
en avellana críptico
colores
todos
que
a distancia segura
vencen
la decoloración
anímica
de la agonía
sentidos
todos
que
a la distancia
segura
del código
perpetúan
el colorido
en el único cuerpo
placiente
que
a destiempo
los contempla
—
↓ POEMAS NUEVOS ↓
33 –
monopoliza
su aparición
en
la delicada
caída
de un rizo
de su perfil derecho
34 –
entre potencialidades
se descubren
a diario
en recovecos
intangibles
35 –
los maternales
ojos
siempre
están disponibles
para
los ojos
avellanas
de un émulo
de Edipo
36 –
furtivamente
cataloga
encripta
sonrisas
captadas
in locis communibus
37 –
súbitamente
recuerda
la intempestiva
apertura
de la puerta
casi de espaldas
lo encuentra
silénico
imantada
su mirada
declina
hacia su desnudez
al tiempo que
cierra la puerta
38 –
seguido
al acto póstumo
irrefrenable
el genuino
apetito
subyace
en la reverberación
de la voz gastada
39 –
en frío
estanque azul
lava
presentes
tribulaciones
el rostro
brilla
prismático
en la transparencia
del agua que
repetidamente
dispersa
con las manos
lo dorado
es recogido
en el impulso
de sus brazos
movimiento bimembre que
a la distancia pixelada
deja ver
la exuberancia
descubierta
en una superficie
espejada
40
la almohada
devuelve
la forma
de la caricia
tibia
41
la imagen
encomiada
hace a la flor blanca
abriéndola
en la noche
el verso
apenas
la retrata
42
transmuta
el cuerpo tercero
en el acto
repetido
mientras
traga
el nombre
avellana
en el suspiro
vespertino